Emplazada en una ladera abrupta mirando al Mediterráneo, esta vivienda consiste en una serie de planos superpuestos que se adaptan a la topografía.
Mientras la planta se abre hacia las vistas, la sección resuelve la diferencia de cota entre el nivel superior y el acceso principal en la parte baja del solar.
Las bandas de hormigón rugoso trazan las distintas plataformas al tiempo que refuerzan el contraste entre las cualidades físicas del entorno construido y los espacios abiertos.